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lunes, 7 de septiembre de 2009

DAR EL SI A LA FIESTA DE LA VIDA

DAR EL SI A LA FIESTA DE LA VIDA...EN CINCO PASOS.

Cualquier área de tu vida que no funcione, exige una revisión urgente de tu parte porque tu responsabilidad en ello es fundamental. Nos cuesta admitir nuestra cuota de poder en lo malo que nos ocurre, porque quizá sería más fácil culpar de ello a Dios, al destino, al Karma o a una vida anterior.

Sin quitarle el porcentaje que podría corresponderle a estos factores, su fuerza es mínima ante la decisión contundente del poderoso "hijo de Dios" que tú eres. Por eso no me canso de insistir en decidir, en decirle sí a la vida.

Cuando un ser decide, retumba un sí en cada una de sus células y el Universo entero conspira para darte lo que quieras. Decidir es hacer honor y devolverle a la creación y a Dios mismo su bondad e incondicionalidad. Y hacernos adultos asumiendo nuestra responsabilidad en todo lo que nos acontece, esto si bien puede aterrarnos, nos convierte en hacedores de nuestra creación permanente y nos pone en contacto con esa diaria victoria personal. Es útil revisar esa área en la que nada o muy poco funciona; toma lápiz y papel y deja que fluyan de tu mano todas aquellas creencias que has oído acerca de ese tema, todas, que no se te escape ninguna, por más tontas que parezcan. Comprobarás los muchos pensamientos que albergas en tu inconsciente acerca de esa área, comprueba que la mayoría de esas creencias se han convertido en experiencias que has tenido que vivir, sin ni siquiera ser tuyas. Por lo tanto, convierte esas creencias en afirmaciones, perdónate por pensar que no te lo mereces todo de óptima calidad y comienza a re-escribir tu historia, partiendo ahora de tus mejores creencias, verás cuanto cambia todo y comprobarás lo importante que es llevar el volante de nuestra vida.

Cuando hagas uso de tu real poder creativo darás gracias a la vida por tanto. Recuerda que no eres creador de lo que quieres, sino de lo que piensas. Por ejemplo quisieras un hombre bueno, honesto, sano, amoroso y próspero para tu vida; sin embargo piensas que todos los hombres son unos buenos para nada y las excepciones están felizmente casadas. De acuerdo a esto la creación la harás no por el hombre bueno, etc., sino por el bueno para nada que atraerás para demostrarte el poder de tus pensamientos.




SI A LA VIDA EN 5 PASOS:

1) ACLARA DONDE ESTAS PARADO:
Es importante que sepas en este instante cómo está realmente tu vida. Si tú me llamas y me dices: “¿cómo hago para llegar a tu oficina?, yo te preguntaría: A ver, dime dónde estás. Si tú me contestas que no sabes, es muy difícil que te pueda guiar. Así que reconoce cómo está tu vida en finanzas, familia, salud, autoestima, trabajo, éxito, pareja, etc. Este es el punto de partida.
2) RECONCÍLIATE CON LO QUE HA SIDO HASTA AHORA:
Reconoce que eres un ser sabio, completo y con una sabiduría que actúa aún cuando tú no la manejes. Agradece todo lo que has conseguido y agradécete por haber sido tu propio guía en este camino.
3) MARCA UNA LINEA Y DIBUJA LO QUE PODRIA SER:

Una vez que te has reconciliado con la perfección de tu ser, proyecta cómo podría ser y cómo deseas cada uno de los aspectos de tu vida, vistos ahora desde la óptica del poder real. Construye una imagen clara de lo posible y guárdala para ti. Traza una línea invisible entre el antes y el después.

4) TOMA UNA DECISION:

Cuando tú decides el Universo mismo se conmueve. Decide realmente un cambio radical desde la fluidez, la facilidad y el divertido juego de vivir. Siente que cada célula tuya se conmueve frente a lo contundente de tu cambio. Si puedes pega un cartel en algún sitio muy visible para ti, en el cual plasmes la decisión que tomaste.
5) DA EL SALTO Y DILE SI A LA VIDA:

Tu decisión te compromete contigo, en un 100% con tu calidad de vida. Conviértete en un inspirador para todos los seres que estén cerca de ti. Deja el pasado y sus creencias lo que tú quieres ahora, es congruente con lo que piensas, por lo tanto es una realidad para tu vida. La vida es una fiesta maravillosa y tú has decidido vivirla a totalidad.
Con estos cinco pasos estás listo para dar el SI... más importante para incorporarte con éxito a la fiesta de la vida.

LAS BUENAS OPORTUNIDADES QUE TIENE LA VIDA SON SIMPLEMENTE UNA FELICIDAD O UNA TRISTEZA; LA VIDA HAY QUE GANARLA, TU ELIGES. LA VIDA ES COMO UN ESPEJO: TE SONRÍE SI LA MIRAS SONRIENDO.
LA VIDA ES UN MENSAJE QUE SE LLEVA... UN DON QUE SE CULTIVA... UN COMPROMISO QUE SE CUMPLE... UNA IMAGEN QUE SE TRANSMITE...DAR Y DARSE... SER Y SENTIR... AMAR Y CRECER... SEMBRAR Y PRODUCIR... ¡UNA RESPUESTA A DIOS! ¡ESO ES LA VIDA!

miércoles, 3 de junio de 2009

EL VERDADERO PROBLEMA EN COLOMBIA


EL VERDADERO PROBLEMA EN COLOMBIA
“Un articulo que todo colombiano debe leer”.

Como en primera instancia quiero dejar que esta frase de un distinguido Empresario Colombiano, haga el preámbulo a lo que será un abordaje de la causa del problema en Colombia, “Se siente frustración al percibir en sectores de la sociedad la corrupción que corroe como un mal peor que la propia violencia... Colombia ostenta el vergonzoso segundo lugar en Corrupción en América Latina y el tercer lugar en 52 Países” Citado en el Periódico el Colombiano, 30 de marzo de 2003, Pagina 2b.

En Colombia existen problemas que aun terminándose los conflictos con los grupos al margen de la ley (por la vía del sometimiento), estos problemas continuarían, entre estos tenemos: La doble moral, el doble discurso, Corrupción legalizada, Institucionalización de la mentira, El gran abismo existente entre ricos y pobres, Sociedad clasista, elitista y racista, Una clase dirigente en conspiración con los que tienen el poder económico: arrogantes, egoístas y opresores, Discriminación étnica y social, Estigmatización y Exclusión a la cual están sometidas algunas regiones por la clase dirigente nacional en su mayoría del interior del país. Y para rematar en esta época, solo enfocan sus “””arduos”””esfuerzos en buscar la zancadilla para obtener el poder, en procura de que ellos sin son los HOMBRES Y MUJERES HONESTOS DE ESTA DEMOCRACIA.

Nuestros verdaderos problemas están en la mentalidad, de allí que las reglas, las leyes, los condicionamientos no han podido cambiar el perverso proceder. Con las herramientas antes mencionadas se logrará tal vez, el sometimiento temporal del individuo, pero no su consentimiento y voluntad para confiar en que él propenderá por el bien y por una Colombia en paz; puesto que el problema tiene su caldo de cultivo en la mente, de donde se reproduce cada vez que tiene la oportunidad, germina en el suelo fértil de la impunidad, la complicidad, y crece con los nutrientes que le proporciona la conspiración, la intolerancia y el egoísmo. De manera potencial esta sociedad es inclinadamente tendenciosa a la perversidad. No es sino que se haga la ley, para prohibir o controlar algo, cuando ya se crea la trampa; es mas yo pienso que en Colombia, no se aprueban leyes hasta tanto, no se hayan ideado la forma de hacer la trampa a esa ley. Hemos desarrollado toda una industria de la farsa, la hipocresía y la falacia, somos expertos en burlar la ley sin violarla, pero en escandalizarnos cuando lo hacen los demás y descubrir que los demás si la violan. PORQUE NO TOMAMOS UNO A UNO LA DECISIÓN DE HACER LAS COSAS CORRECTAS SIN DEJARNOS PERSUADIR POR UN DISCURSO LLENO DE DEMAGOGIA Y PALABRAS BONITAS QUE QUIEN LO DICE, PIENSO NO TIENE NI IDEA COMO LLVARLO A LA REALIDAD.

Dado que el problema no es propiamente material sino mental, sería de lo más conveniente que revisemos nuestros paradigmas, nuestros imaginarios colectivos y todos esos edificios mentales, prejuicios y preconceptos que hemos construido en torno a los demás y para nuestro voraz apetito, esa forma de utilizar al otro solo cuando sirve a nuestros intereses, ese doble discurso de “trabajar por los pobres” solo cuando esto posiciona el nombre en la campaña política. Esa doble moral de organizaciones de ayuda y beneficencia de solo aportar cuando hay catástrofe y están seguras que saldrán por la televisión. Esa doble moral de hacer las leyes para pagar impuestos y dejar una vía de escape (elusión) para el conglomerado empresarial que se representa. Ese doble discurso de una Colombia en donde haya la paz y se respeten los derechos humanos, y condenar a los demás al ostracismo (sálvese quien pueda) y el darwinismo social -si se adapta sobreviva, sino extíngase. O lo peor, crear referendos que cuestan $$$$$$, pero no hay presupuesto para lo que produce, y finalmente adaptarse a una serie de conductas que son enteramente reprochables, falsos positivos, un porcentaje alto del congreso en problemas, todo para que al final termine mal y con un arrepentimiento del que no se puede ir hacia atrás.

No es extrañar que ya no sea malo robarle al Estado, pues es un pecado venial que se paga en una casa-cárcel, mientras que el ladronzuelo, comete un pecado capital, que paga en uno de las mazmorras de una cárcel publica. Pero ya sea en una u otra forma como se pretenda adaptarse para sobrevivir, si se hace fraudulentamente es perverso, no importa quien lo haga. No trato aquí de hacer apología al comportamiento salvaje y perverso que muchos ponen de presente en las calles del País, pues la perversidad no se legitima con la perversidad, ni la existencia del mal justifica, la conducta maligna; pero si es bueno dejar claro que el mal es perverso, condenable e inaceptable, no importa si lo hace el ladrón de la calle o el Ministro del Gabinete, no importa si lo hace el delincuente con una arma o si lo hace el Eminente empresario al firmar un contrato leonino para el Estado y para los contribuyentes. No importa si se hace en la calle del cartucho o en Palacio de Nariño, no importa si se hace en las comunas de Medellín o en el Alpujarra, no importa si lo hace el simple y sencillo policía que es cómplice de un negocio ilícito o si se hace en la Oficina de un Honorable Oficial de las fuerzas armadas, no importa si lo hace el delincuente con ínfulas de político o el eminente Senador con apariencia de cordero pero con mentalidad de delincuente. El mal es “mal” y es dañino y de ningún modo inaceptable, Pues esconde la verdad y crea descaro y cinismo. La degeneración del conflicto y el aumento de los problemas en Colombia, deben abordarse en la forma mas profunda con un componente eminentemente moral, y replantear muchos juicios de valores y la forma como se juzgan las cosas. Esa doble moral que dice reconocer la diversidad e igualdad racial, cuando por otro lado se excluye, se estigmatiza, se discrimina y en muchos casos el trabajo menos importante se les deja a etnias y clases desfavorecidas. Esa doble moral de querer acabar con la violencia, cuando no se acaba con el caldo de cultivo.

Es necesario un pacto Nacional, que todo colombiano sea sincero, y realmente diga en que País quiere vivir, y se deje claro el sacrificio equitativo y proporcional que corresponde hacer a cada grupo social. Roguemos al Dios del cielo que nuestros modelos mentales sean contextualizados con la realidad y cambien a favor de la paz de Colombia. Eso es un verdadero milagro. Sino pasa esto, dudo mucho, que haya paz en los próximos años. De forma tal que sería infortunado, pero necesario pensar en la misma suerte que corren Israelíes y Palestinos”. La historia de sangre. La clase política, la clase empresarial, y los ricos de Colombia parecen haber dicho hace mucho tiempo, y continúan repitiendo, aquello que dijeron los judíos cuando decidieron discriminar, asestar golpe de humillación y sufrimiento a Jesús, entonces expresaron: “Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos”, pues bien señores ahí está, nuestra historia es más o menos esa. Infortunado, pero es así, pues la sangre, la hambruna, la humillación, la indignidad, el ostracismo, la mendicidad, y toda suerte de discriminación que han sufrido en Colombia los mas desfavorecido ahora parece caer sobre todos los colombianos, pero convertida en una marea de sangre y violencia que no tiene en cuenta ninguna distinción social. Solo un replanteamiento de los valores y una consideración del ser humano con todos sus derechos los dará el punto de partida para lograr la paz, o al menos convivir en la diferencia, y respetar los valores más elementales.


ORIGINAL DE:
José Fredys Rivas Quinto,
ADAPTACION por: JIMMY DAZA JIMENEZ.
www.jimmydaza.com
www.jimmydaza.blogspot.com

martes, 26 de mayo de 2009

RETRATO DE UNA PERSONA QUE HA ELIMINADO TODAS LAS ZONAS ERRÓNEAS


Es posible que una persona liberada de zonas erróneas nos parezca un personaje de ficción, pero la liberación de los comportamientos autodestructivos no es un concepto mitológico; más bien se trata de una posibilidad real. La posibilidad de funcionar plenamente está a tu alcance y una completa salud mental en el momento presente puede ser una opción.
Verás el desarrollo de un individuo distinto a la mayor parte de la gente y que se distingue por su hábil capacidad de estar creativamente vivo en todo momento.


Las personas libres de zonas erróneas son muy distintas a la gente común y corriente. Y aunque su aspecto es como el del normal de la gente, ellos tienen unas cualidades muy particulares que en ningún caso son raciales, socioeconómicas o sexuales. No encajan fácilmente en ningún rol, trabajo específico, moldes geográficos, niveles educativos o estadísticas económicas. Tienen una cualidad diferente, pero la diferencia no es fácil de discernir por medio de los factores externos tradicionales con los que generalmente clasificamos a la gente. Pueden ser ricos o pobres, hombres o mujeres, blancos o negros, vivir en cualquier parte y hacer casi cualquier cosa. Son un grupo de gente muy variada que sin embargo tienen un factor en común: estar libres de zonas erróneas. ¿Cómo darte cuenta de cuando te encuentras con alguien así? ¡Obsérvalos! ¡Escúchalos! Esto es lo que descubrirás:


En primer lugar, y esto será lo más evidente, verás que es gente que disfruta de virtualmente todo lo que les brinda la vida; gente que se siente cómoda haciendo cualquier cosa y que no pierde el tiempo quejándose o deseando que las cosas fueran de otra manera. Sienten entusiasmo por la vida y quieren todo lo que pueden sacar de ella. Les gusta salir de excursión, ir al cine, leer, practicar deportes, asistir a conciertos, visitar ciudades, granjas, contemplar animales, montañas y realmente casi todo. Les gusta la vida. Cuando estás cerca de gente así, notarás la ausencia de lamentos e inclusive de suspiros pasivos. Si llueve, les gusta.
Si hace calor lo disfrutan en vez de quejarse. Si se encuentran en medio de una congestión de tráfico, o en una fiesta, o completamente solos, sencillamente actúan de la mejor manera posible.


No se trata de disfrutar de todo lo que sucede, sino de una sabia aceptación de lo que es, de una rara habilidad para deleitarse con la realidad. Pregúntales lo que no les gusta y les costará darte una respuesta honesta. No actúan con la sensatez que significaría protegerse de la lluvia cobijándose bajo techo, porque la lluvia les parece hermosa, estimulante y algo que vale la pena experimentar. Les gusta. El fango no los enfurece: lo observan, chapotean en él y lo aceptan como parte de lo que significa estar vivo. Les gustan los gatos? Sí. Los osos? Sí. Los gusanos? Sí. Y aunque las molestias como enfermedades, sequías, mosquitos, inundaciones y otras calamidades no les producen placer ni las aceptan con entusiasmo, es gente que no gasta sus momentos presentes quejándose por ellas o deseando que no fueran así. Si hay que destruir ciertas situaciones, ellos tratarán de destruirlas. Y disfrutarán haciéndolo. Por más que trates, te costará descubrir algo que no les guste hacer. Realmente aman la vida y realmente se sumergen en ella disfrutando de todo lo que les brinda.


La gente sana y realizada está libre del sentimiento de culpa y de toda la ansiedad que se produce cuando se usan los momentos presentes inmovilizándose por hechos que sucedieron en el pasado. Ciertamente pueden reconocer que han cometido errores y pueden prometerse que evitarán repetir ciertos comportamientos que resultaron contraproducentes de alguna manera, pero no malgastan su tiempo arrepintiéndose por algo que hicieron y que desearían no haber hecho, o molestos porque les disgusta algo que hicieron en algún momento de su vida pasada. La total carencia de culpa es una de las características de las personas sanas. Nada de lamentos por lo que pasó y nada de esfuerzos por lograr que otros escojan la culpa haciendo preguntas tan vanas como "¿Por qué no lo hiciste de otra manera?, o "¿No te avergüenzas de ti mismo?" Dan la impresión de que saben reconocer que la vida ya vivida es eso, y que por más mal que uno se sienta al respecto, nada podrá hacer para cambiar lo que pasó. Ellos mismos se sienten libres de culpa sin ningún esfuerzo: porque es natural, nunca ayudan a los demás a escoger la culpa. Se dan cuenta que sentirse mal en el momento presente sólo refuerza la pobre imagen de sí misma que puede tener una persona y que es mucho mejor aprender del pasado que protestar por el pasado. No los verás nunca manipulando a los demás diciéndoles lo malos que han sido, ni tampoco podrás manipularlos tú con las mismas tácticas. Ellos no se enfadaran contigo, simplemente no te harán caso, te ignorarán. En vez de molestarse contigo, preferirán irse o cambiar de tema. Las estrategias que funcionan tan bien con la mayor parte de la gente fallan completamente con estos seres tan sanos. En vez de hacerse desgraciados a sí mismos o a los demás con sentimientos de culpabilidad, tranquilamente, sin mayor ceremonia dejan de lado la culpa cuando la encuentran en su camino.


Igualmente la gente libre de zonas erróneas no se atormenta con preocupaciones. Algunas circunstancias que a otras personas podrían llegar a enloquecerlas apenas si afectan a estos individuos. No son ni planificadores del futuro ni ahorradores para el futuro. Rehúsan preocuparse por lo que pasará en el futuro y se mantienen libres de la ansiedad que acompaña a las preocupaciones. No saben preocuparse. No es parte de su manera de ser. No es que necesariamente estén todo el tiempo calmados pero no están dispuestos a pasar sus momentos presentes sufriendo por cosas que pueden suceder en el futuro y sobre las que no tienen ningún control. Están orientados principalmente hacia sus momentos presentes, y tienen una señal interna que parece recordarles que todas las preocupaciones deben suceder en el momento presente, y que ésa es una manera muy tonta de vivir su actualidad. Esta gente vive ahora en el presente y no en el pasado o en el futuro. No se sienten amenazados por lo desconocido y buscan nuevas experiencias que nos les son familiares. Les encanta la ambigüedad.


Disfrutan del ahora en todas las ocasiones convencidos de que es todo lo que tienen. No hacen proyectos para un acontecimiento futuro dejando que pasen largos períodos de inactividad mientras esperan este acontecimiento. Los momentos que se viven entre los acontecimientos son tan vivibles como los acontecimientos mismos, y estas personas tienen una rara habilidad para sacar todo el goce posible de sus vidas diarias. No son "postergadores" ni de los que ahorran por si vienen tiempos malos ¡y aunque nuestra cultura no apruebe su comportamiento, no se sienten amenazados por reproches que provengan de sí mismos! Aprecian y disfrutan ahora de su felicidad y cuando el futuro llegue y se convierta en presente lo aprecian y disfrutan también. Estos individuos gozan siempre porque sencillamente se dan cuenta de lo absurdo que es esperar para disfrutar. Es una manera muy natural de vivir la vida, un poco como un animal o un niño. Están demasiado ocupados en realizar plenamente el momento presente mientras que la mayoría de la gente vive esperando las retribuciones sin ser capaces jamás de cogerlas cuando se les presentan. Esta gente tan sana es notablemente independiente.


Es gente que se encuentra fuera del nido, y aunque puede sentir gran amor por su familia y estar muy ligados a ella, piensan que la independencia es más importante que la dependencia en todas las relaciones humanas. Saben apreciar muy bien su propia independencia, el no depender de lo que puedan hacer los demás. Sus relaciones humanas se basan en el respeto mutuo al derecho que tiene el individuo a tomar sus propias decisiones. El amor de esta gente no lleva implícita la imposición de los valores propios en el ser amado. Dan gran importancia a la intimidad del ser humano; lo que puede hacer que los demás se sientan rechazados. Les gusta estar solos a veces, y se preocupan mucho de proteger su intimidad. No se comprometen sentimentalmente con mucha gente.


Son selectivos en lo que respecta al amor, pero son también profundamente afectuosos. A las personas dependientes y no sanas les cuesta amar a seres así porque éstos son muy intransigentes en lo que respecta a su libertad individual. Si alguien los necesita, rechazan esta necesidad por encontrar que es perjudicial para la otra persona tanto como para ellos mismos. Quieren que las personas que ellos aman sean independientes, que hagan sus propias elecciones y que vivan sus vidas por sí mismos. Y a pesar de que pueden disfrutar de los demás y desear estar en su compañía, quieren mas aún que los demás se las puedan arreglar sin muletas y sin apoyos. Así pues, el momento en que empieces a apoyarte en esta gente, te darás cuenta que ellos por su lado empiezan a desaparecer primero emocionalmente y luego físicamente también. Rehúsan depender de la gente y que dependan de ellos en una relación afectuosa e interesada, pero alientan su confianza en sí mismos casi desde el principio ofreciéndoles mucho amor en todas las oportunidades que se presentan.


Encontraras muy poca búsqueda de aprobación entre estos individuos felices y realizados. Son capaces de funcionar sin la aprobación y el aplauso de los demás. No buscan honores como hace la mayoría de la gente. Son muy independientes de la opinión de los demás. No buscan honores como hace la mayoría de la gente. Son muy independientes de la opinión de los demás, sin importarles prácticamente nada si a la otra persona le gusta lo que ellos dicen o hacen. No tratan de escandalizar a nadie ni de ganar su aprobación. Es gente que está interiormente dirigida y a la que realmente no le preocupa ni interesa la evaluación de su comportamiento que hace la demás gente. No es que sean insensibles a los aplausos o a la aprobación: parecen no necesitarlos. Pueden ser incluso bruscos porque son honrados y no envuelven sus mensajes con frases cuidadosamente pensadas para complacer a los demás. Si quieres saber lo que piensan, eso será exactamente lo que te dirán. Igualmente, cuando tú digas algo sobre ellos, no los destruirás ni inmovilizarás con tus palabras y opiniones.


Usarán la información que les das, la filtrarán por medio de sus propios valores y usarán lo que les sirve en su propio beneficio y crecimiento. No necesitan ser amados por todo el mundo, ni tienen excesiva necesidad de aprobación. Reconocen que siempre habrá quien desapruebe lo que hacen. Son seres poco comunes en el sentido que son capaces de funcionar como ellos mismos, y no como dictamina un tercero.


Cuando observas a estos individuos, notas una falta de enculturación. No son rebeldes, pero hacen sus propias elecciones aunque esas elecciones entren en conflicto con lo que hace toda la demás gente. Son capaces de pasar por alto las pequeñas normas sin importancia e ignorar tranquilamente los inútiles convencionalismos que son parte tan importante de la vida de mucha gente. NO son aficionados a asistir a "cocktail parties" ni hacen conversación porque la buena educación lo aconseja. Son dueños de sí mismos y aunque consideran que la vida social es parte importante de sus vidas, se niegan a dejar que ésta los gobierne o a convertirse en esclavos de la misma. No atacan con rebeldía pero internamente saben cuándo pasar por alto ciertas cosas y funcionan con la mente clara y en forma sensata.


Saben reír y hacer reír. Descubren el humor en casi todas las situaciones y se pueden reír de los acontecimientos más absurdos lo mismo que de los más serios y solemnes. Les encanta ayudar a los demás a reírse y les resulta fácil crear buen humor. No es gente seria ni grave que camina por la vida con pasos de plomo y rostro severo. Más bien, son hacedores, gente activa, a los que a menudo se les reprocha ser frívolos en el momento inoportuno. No están a tono con los acontecimientos exteriores porqué saben muy bien que no existe realmente el momento justo para hacer cualquier cosa. Les encantan las cosas desproporcionadas e incongruentes, pero su humor no tiene hostilidad. Jamás usan el ridículo para hacer reír. No se ríen de la gente, se ríen con la gente. Se ríen de la vida y lo ven todo como un gran divertimento, aunque toman muy en serio su proyectos. Cuando se echan para atrás y contemplan la vida, saben muy bien que no se dirigen a ningún sitio especial y que son capaces de disfrutar y de crear una atmósfera en la cual los demás pueden optar por el gozo. Son gente divertida que vale la pena tener cerca.
Son gente que se acepta a sí misma sin quejas. Saben que son seres humanos y que serlo implica ciertos atributos humanos. Saben cuál es su aspecto físico y lo aceptan. SI son altos, perfecto, pero si son bajos también. La calvicie está muy bien, lo mismo que una frondosa cabellera. Pueden soportar el sudor. No falsean su aspecto físico. Se han aceptado a sí mismos y por ello son la gente más natural. Nada de esconderse detrás de artificios ni de disculparse por lo que son. NO saben ofenderse por nada que sea humano. Se quieren a sí mismos y aceptan todo lo que está en la naturaleza tal como es en vez de desear que fuera diferente. Jamás se quejan de cosas que no pueden cambiar como olas de calor, tormentas eléctricas o el agua fría. Se aceptan a sí mismos y al mundo tal como es.


Sin pretensiones, sin lamentaciones, con una aceptación simple. Aunque los frecuentes durante muchos años, no los oirás rebajándose a sí mismos o deseando sutilmente algo imposible. Verás actuar a gente activa, a los hacedores. Verás como toman el mundo natural y disfruta de todo lo que este le ofrece.


Aprecian el mundo natural. Les encanta estar al aire libre disfrutando de la naturaleza, recorriendo gozosamente todo lo que aún está intacto, que es original y aún no ha sido estropeado. Le encantan las montañas, los atardeceres, los ríos, las flotes, los árboles, los animales y virtualmente toda la flora y la fauna. Como personas son naturalistas, nada pretenciosos ni ceremoniosos y les encanta la naturalidad del universo. No andan ocupados buscando bares, tabernas, clubs nocturnos, fiestas convencionales, habitaciones llenas de humo y cosas por el estilo, aunque ciertamente son muy capaces de disfrutar plenamente con este tipo de actividades. Están en paz con la naturaleza, el mundo de Dios, si quieres, aunque son muy capaces de funcionar en un mundo hecho por la mano del hombre. Son también capaces de apreciar lo que ya no tiene interés para otros.


Jamás se cansan de un atardecer o de una excursión por el bosque. La visión de un pájaro volando es siempre un espectáculo admirable. Igual que no se cansan de mirar a un gusano ni tampoco a una gata que da a luz a sus gatitos. Una y otra vez, nunca se cansan de apreciar espontáneamente lo que la vida les va brindando. Algunas personas encuentran que esta es una actitud muy artificial pero ellos no se dan cuenta de lo que piensan los demás. Están demasiado ocupados en asombrarse por la amplitud de posibilidades que les brinda la vida para realizarse plenamente en el momento presente.


Tienen una percepción muy especial en lo que respecta a la conducta de los demás y lo que a otros les puede parecer complejo e indescifrable, para ellos es claro y comprensible. Los problemas que inmovilizar a tanta gente son a menudo sólo pequeñas molestias para ellos. Esta falta de compromiso emocional con los problemas les permite franquear barreras que para muchos son infranqueables. Tienen percepciones claras en lo que a ellos mismos respecta y reconocen inmediatamente lo que los demás están tratando de hacerles. Pueden alzarse de hombros y pasar por alto cosas por las que otros se enfadan y quedan inmovilizados. Y ciertas cosas que pueden confundir a mucha gente que las encuentra insolubles, a ellos no los amilanan y más bien las consideran como simples y de fácil resolución. No están monopolizados por los problemas de su mundo emocional. Para esta gente, un problema es realmente sólo un obstáculo que hay que vencer y no un reflejo de lo que ellos son o dejan de ser como personas. Su autovaloración está ubicada dentro de sí mismos, por lo que cualquier problema externo puede ser visto objetivamente, y no, en ningún caso, como una amenaza o un desafío a su propia valía. Éste es uno de los rasgos de su personalidad más difíciles de comprender, ya que la mayoría de la gente se siente amenazada por los acontecimientos externos, por las ideas o por la demás gente. Pero los seres independientes y sanos no saben cómo sentirse amenazados y esta característica hace que sean ellos los que parezcan amenazadores a los demás.


Nunca pelean inútilmente. No son partidarios del autobombo para atraer la atención sobre sí mismos. Si la lucha puede provocar un cambio, entonces lucharán pero jamás lucharán inútilmente. No son mártires. Son hacedores. Son también gente que ayuda a los demás. Generalmente trabajan en cosas que le hacen la vida más agradable o más tolerable a los demás. Son guerreros en la vanguardia del cambio social, pero no llevan sus luchas consigo a la cama por las noches como caldo de cultivo de úlceras, enfermedades del corazón u otros desórdenes físicos. Son incapaces de estereotipar. A menudo ni se dan cuenta de las diferencias físicas de la gente incluyendo las raciales, étnicas, morfológicas o sexuales. No son gente superficial que juzga a los demás por su aspecto exterior. Y aunque puedan parecer egoístas y preocupados sólo de su propio placer, en realidad pasan gran parte de su tiempo dedicados a servir a los demás. ¿Por qué? Porque les gusta hacerlo.


No son gente enfermiza. No creen en la inmovilidad que producen los resfriados y los dolores de cabeza. Creen en su propia capacidad para deshacerse de esas enfermedades y no andan contándole a los demás lo mal que se sienten, lo cansados que están o qué enfermedades infectan su cuerpo en la actualidad. Tratan bien a sus cuerpos. Se quieren a sí mismos y en consecuencia comen bien, hacen regularmente ejercicio (como sistema de vida) y rehúsan experimentar el tipo de malestares que inutilizan a mucha gente durante diversos períodos de tiempo. Les gusta vivir bien, y así lo hacen. Otra característica de estos individuos en pleno funcionamiento es la honestidad. Sus respuestas no son evasivas ni pretenden mentir respecto a ninguna cosa. Consideran que la mentira es una distorsión de su propia realidad y rehúsan participar en cualquier tipo de comportamiento que sirva para engañarse a sí mismos. Y aunque son personas discretas evitarán tener que distorsionar la verdad para proteger a la gente. Saben que están a cargo de su propio mundo y e otros también lo están. Así se comportan de una forma que a menudo otros pueden considerar cruel, pero en realidad lo que ellos hacen es simplemente dejar que los otros tomen sus propias decisiones. Se enfrentan eficientemente con lo que es, en vez de lo que ellos quisieran que fuera.


Esta gente no culpa a los demás. La orientación de su personalidad es interna y rehusan responsabilizar a los demás por lo que ellos son. Por lo mismo, no pierden mucho tiempo hablando de los demás, ni están obsesionados por lo que los otros hacen o dejan de hacer. No hablan de la gente ¡hablan con ella! No culpabilizan a los demás; ayudan a los demás y a sí mismos a poner la responsabilidad donde corresponde. No se meten en habladurías ni propagan informaciones tendenciosas y malvadas. Están tan ocupados en vivir su propia vida con eficiencia que no tienen tiempo de ocuparse de las pequeñeces que saturan la vida de mucha gente. Los hacedores hacen. Los críticos culpan y se quejan.


Estos individuos no se preocupan mucho por el orden, la organización o los sistemas en sus vidas. Practican su autodisciplina pero no tienen necesidad de que las cosas y la gente encajen en sus propias percepciones de lo que deben de ser las cosas. No están llenos de "debes" respecto a la conducta de los demás. Creen que todos tienen derecho a sus elecciones y que esas pequeñeces que enloquecen a otra gente son simplemente el resultado de la decisión de otra persona. No creen que el mundo debe ser de alguna manera especial. No se preocupan mayormente por el orden y la limpieza. Existen de una manera funcional y si todo no es tal cual ellos quisieran, encuentran que eso también es correcto. Para esta gente, la organización es simplemente una manera útil de actuar y no un fin en sí misma. Y justamente por esta falta de neurosis organizativa es por lo que son creativos. Emprenden cualquier cosa a su manera única y particular, ya sea el hacer un plato de sopa, escribir un informe o cortar el césped.
Aplican su imaginación a sus actos y el resultado es una manera creativa de hacer las cosas. No sienten la obligación de hacer las cosas de cierta manera. No consultan manuales ni hablan con expertos: simplemente atacan el problema de la manera que les parece más apropiada. Esto se llama creatividad; y sin excepciones, ellos la tienen. Es gente con niveles de energía especialmente altos. Parecen necesitar menos sueño y sin embargo se sienten estimulados por la vi da. Viven y son sanos.


Pueden hacer acopio de tremendas rachas de energía para completar una tarea porque escogen comprometerse en ella considerándola como una actividad estimulante que los realiza en el momento presente. Esta energía no es sobrenatural: es simplemente el resultado de su amor a la vida y a todas las actividades que ella brinda. No saben aburrirse. Todos los acontecimientos de la vida ofrecen oportunidades de hacer, pensar, sentir y vivir, y ellos saben aplicar su energía en casi todas las circunstancias.


Si se los encarcelara, emplearían sus mentes en divagaciones creativas para evitar la parálisis de la falta de interés. No hay aburrimiento en sus vidas porque ellos canalizan la misma energía que tienen otros de maneras productivas para ellos mismos. Son agresivamente curiosos. Nunca saben lo suficiente. Buscan siempre más y quieren aprender cada uno y todos los momentos presentes de sus vidas. No les preocupa hacerlo bien o haberlo hecho mal. Si algo no resulta, o no logra grandes beneficios, entonces se descarta en vez de lamentarlo. Son buscadores de la verdad en el sentido de aprender cosas, siempre estimulados por la posibilidad de aprender más y sin llegar a creer jamás que ya son un producto terminado. Si están con un barbero se interesan por los problemas de ese oficio.


No se sienten nunca superiores ni actúan como si lo fueran, alardeando de sus méritos para que otros los aplaudan. Aprenden de los niños, de los corredores de bolsa y de los animales. Quieren saber más sobre lo que significa ser un herrero o un cocinero, una fulana o el vicepresidente de una corporación. Son estudiantes que aprenden, no profesores que enseñan. Nunca tienen los conocimientos suficientes y no saben comportarse como snobs ni sentirse superiores puesto que nunca se sienten así. Cada persona, cada objeto, cada acontecimiento representa una oportunidad para saber más. Y son agresivos en sus actitudes respecto a sus intereses, sin esperar que la información les salga al paso sino que van tras ella. No tienen miedo de hablar con una camarera, o preguntarle al dentista qué se siente cuando uno tiene las manos en la boca de la gente todo el día, o preguntarle a un poeta el significado de tal o cual frase.


No tienen miedo al fracaso. No equiparan el éxito en una empresa con el éxito como ser humano. Puesto que su autovaloración les viene del interior, pueden observar los acontecimientos externos objetivamente y pensar sencillamente que son eficientes y positivos o ineficientes y negativos. Saben que el fracaso es sólo un índice de la opinión de otra gente y no hay que tenerle miedo puesto que no puede afectar su autovaloración. Así, se atreven a probar cualquier cosa, a participar en las cosas simplemente porque es divertido y no tienen miedo a tener que explicarse a sí mismos. Igualmente nunca escogen la ira que inmoviliza.

Usando la misma lógica (sin tener que repensarla cada vez puesto que se ha convertido en un modo de vida), no se dicen a sí mismos que la otra gente se debería comportar de una manera distinta a la habitual o que los hechos deberían ser diferentes. Aceptan a los demás como son y trabajan para cambiar los hechos que les desagradan. Así, la ira es imposible porque no existen las falsas o exageradas pretensiones. Esta gente es capaz de eliminar las emociones que de alguna manera son autodestructivas y de alentar las que les sirven para crecer.


Estos felices mortales no son nada defensivos. No hacen jugarretas ni tratan de impresionar a los demás. No se visten para agradar a los demás y lograr su aprobación, ni tampoco cumplen con el ritual de explicarse a sí mismos. Actúan con gran sencillez y naturalidad y no se dejan seducir para hacer alharacas sobre cosas pequeñas o grandes. No son tercos discutidores: ellos expresan simplemente sus puntos de vista, escuchan los de los demás y reconocen la utilidad de tratar de convencer a alguien para que sea como ellos. Y dicen simplemente: "Eso está muy bien: somos diferentes, eso es todo. No tenemos que estar de acuerdo". Y dejan las cosas así sin necesidad de ganar una discusión o de persuadir a su contrincante de lo equivocado de su posición. No tienen miedo a causar una mala impresión pero tampoco hacen lo posible por causarla. Sus valores no son valores locales. No se identifican con la familia, el vecindario, la comunidad, la ciudad, el estado p el país. Se consideran a sí mismos como parte de la raza humana y para ellos un austríaco cesante no es mejor ni peor que un californiano cesante. No son patrióticos respecto a una frontera especial.


Más bien se ven a sí mismos como parte de la humanidad. No sienten alegría porque hay más muertos en el campo enemigo ya que el enemigo es tan ser humano como el aliado. No siguen las normas hechas por los hombres que describen la manera de tomar partido. Ellos transcienden las fronteras tradicionales, lo que a menudo es motivo para que otros los clasifiquen como rebeldes o traidores.


No tienen héroes ni ídolos. Miran a toda la gente como seres humanos y no colocan a nadie sobre sí mismos en importancia. No exigen justicia en cada ocasión. Cuando otra persona tiene más privilegios que ellos, lo ven como un beneficio para esa persona más que como un motivo para sentirse infelices. Cuando juegan con un contrincante, quieren que le vaya bien en vez de desear que juegue mal para ganar. Quieren ser victoriosos y eficientes por sus méritos en vez de ganar por las fallas de los demás. No insisten para que todos sean igualmente dotados, sino que miran hacia dentro de sí mismos para buscar su felicidad. No son críticos y tampoco sienten placer por las desgracias ajenas.


Están demasiado ocupados siendo ellos mismos para fijarse en lo que hacen sus vecinos. Más significativamente aún, estos individuos se aman a sí mismos. Están motivados por un deseo de crecer y siempre que les dan la opción para hacerlo, se tratan muy bien a sí mismos. No tienen espacio para sentir autocompasión, ni autorrechazo, ni para odiarse a sí mismos. Si les preguntas: "¿Te quieres a ti mismo?", recibirás una respuesta muy sonora y afirmativa: "¿Por supuesto que sí!". Son en realidad aves raras. Cada día es un deleite. Lo viven enteramente disfrutando de todos sus momentos presentes. No es que no tengan problemas, pero no están inmovilizados emocionalmente a causa de sus problemas. La medida de su salud mental no reside en que resbalen, sino en lo que hacen cuando resbalan. ¿Acaso se quedan allí lamentándose de su caída? No, se levantan, se sacuden el polvo y siguen atareados con los quehaceres de la vida. La gente que vive libre de zonas erróneas no corre tras la felicidad, simplemente viven y la felicidad, cuando llega, es su retribución.


Esta cita de un artículo del Reader's Digest sobre la felicidad resume la actitud conducente a una existencia vivida positiva y eficientemente que es de lo que hemos estado hablando: Nada hace que la felicidad sea más inalcanzable que tratar de encontrarla. El historiador Will Durant describe cómo buscó la felicidad en el conocimiento y sólo encontró desilusiones. Luego buscó la felicidad en los viajes y sólo encontró el cansancio; luego en el dinero y encontró discordia y preocupación. Buscó la felicidad en sus escritos y sólo encontró fatiga. Una vez vio una mujer que esperaba en un coche muy pequeño con un niño en sus brazos. Un hombre bajó de un tren y se acercó y besó suavemente a la mujer y luego al bebé, muy suavemente para no despertarlo.
La familia se alejó luego en el coche y dejó a Durant con el impacto que le hizo realizar la verdadera naturaleza de la felicidad. Se tranquilizó y constató que "todas las funciones normales de la vida encierran algún deleite". Si usas tus momentos presentes para aumentar al máximo la plenitud de tu realización, serás una de esas personas y no un simple observador. Es una idea maravillosa: estar libre de zonas erróneas. Puedes hacer esa elección ahora mismo, si escoges hacerla.


CAPITULO XII RETRATO DE UNA PERSONA QUE HA ELIMINADO TODAS LAS ZONAS ERRONEAS.


FUENTE: TUS ZONAS ERRONEAS

AUTOR: DR. DYER WAYNER



martes, 19 de mayo de 2009

AQUI Y AHORA, EL PÁSADO SE DEBE DEJAR ATRAS


AQUÍ Y AHORA


Se lo que eres. Haz lo que haces. Di lo que dices. El siguiente caso, aunque parezca exagerado, es absolutamente autentico, y conozco bien el protagonista. Estaba el en un pequeño grupo de terapia en el que los participantes habían sido invitados en aquel momento a que cada uno improvisara diez frases a partir de la expresión “AQUÍ Y AHORA YO…”. Este hombre se prestó a ello y, después de dos o tres frases inofensivas, salió con la siguiente joya: “Aquí y ahora, yo…estaba riñendo ayer en casa con mi mujer”. Un hombre bien honrado. La riña domestica de ayer lo había afectado tan profundamente que hoy, en el grupo, estaba todavía bajo la influencia de aquella desgracia experiencia con tal realismo que, para él, hoy era todavía ayer, y el salón su casa. No había clausurado el incidente en su mente, lo seguía viviendo todavía, y así no sabía dónde estaba. Seguía dándole vueltas al episodio de ayer, y ese rebelde recuerdo le impedía andar adelante y entrar en el día de hoy. El capítulo sin acabar, la herida sin cicatrizar, las cuentas sin cerrar. Pocas cosas dificultan más nuestro contacto con la realidad que las situaciones que quedan colgando sin resolverse. En la vida hay que saber cerrar puertas. Mientras no acabemos plenamente un capitulo de nuestra autobiografía privada, no estaremos en condiciones de comenzar el siguiente.


Nuestro pensamientos, bien sea la estudiar, al conversar o al orar, no siguen con facilidad un curso continuo, sino que se van interrumpiendo a sí mismos con ligereza desoladora. El estudiante se queja de que no puede concentrarse en lo que estudia, y el religioso pide consejo para combatir las distracciones que le dejan rezar. Incluso en un conversación ordinaria nos perdemos muchas veces lo que el otro ha dicho y tenemos que pedirle que nos lo repita, porque estábamos distraídos. La misma palabra “distracción” es angustiosa: distracción quiere decir, literalmente, tirar violentamente en direcciones opuestas, desgarrar, desmembrar. Cuando nos distraemos, nos desgarramos a nosotros mismos, nos hacemos pedazos, dejamos de ser un todo, una unidad; dejamos de ser lo que somos. Distraerse significa dividirse, perder totalidad, perder contacto. Seguimos poniendo en escena las tramas incompletas de ayer. Y proyectando las preocupaciones de mañana en la pantalla de hoy. En cualquier caso, nos dividimos por dentro y nos incapacitamos para vivir en plenitud de la vida en el único momento en que puede vivirse, que es el AQUÍ Y AHORA.


Los psicólogos definen al neurótico como “persona que se interrumpe a sí misma”, y me temo que la mayor parte de nosotros nos ganamos el titulo sin dificultad, si esa es la definición. Una vez que admitimos eso, podemos usar esas mismas interrupciones para conocernos mejor a nosotros mismos. Cada distracción, sea en conversación o en oración, es un hilo suelto que ha quedado colgando de una situación sin acabar que está clamando que la acabemos para permitirnos pasar a disfrutar de la siguiente. Una vez tuve experiencia en mi propia carne del daño que los hilos sueltos pueden causar. Me habían operado, y la herida no cicatrizaba en el tiempo esperado. El cirujano ensayó remedios y medicamentos sin resultado. La herida seguía sin cicatrizar. Por fin, tuvo que volver a abrirla del todo y se encontró con que los puntos de la herida interna no habían sido bien cortados y los hilos sueltos no dejaban cerrarse a la herida. Los corto entonces, y la herida cicatrizo. Llevamos muchas heridas abiertas en el alma, porque no hemos colocado bien los puntos.


“HERIDAS ABIERTAS” quieren decir: sufrimiento y peligro de infección. Y todo ello sin necesidad. Un buen cirujano no deja hilos colgando. No te unas al pasado, organiza el presente y visualiza el futuro. La vida es un constante viaje al igual que la felicidad.


Un escritor muy reflexivo decía de sí mismo: “A mí las cosas se me ocurren al bajar las escaleras”. Es una experiencia bastante común. Hemos tenido una discusión, un dialogo, una conversación con intercambio de ideas y expresión libre de opiniones, y sí que llegamos a formular nuestra propia opinión y la frase exacta, pero sólo cuando se ha acabado la reunión, nos hemos despedido y estamos bajando las escaleras de la casa donde nos hemos reunido. Entonces se nos ocurre la respuesta perfecta, la réplica cortante, la cita oportuna que le habría hecho callar al otro y nos habría proclamado campeones en dialéctica y triunfadores de la reunión. Pero llega demasiado tarde. Ya sólo podemos repetírnosla a nosotros mismos con un deje de rabia y frustración y autocondenación por no habérsenos ocurrido en el momento preciso. Penas y lamentos cuando ya no valen nada. Y la pequeña herida sigue molestándome todo el día. Como no viví el presente de lleno en aquel momento, no puedo vivirlo en el resto del día. La falta de contacto en una ocasión no hace más que aumentar la falta de contacto en la siguiente. Haremos bien en detener la reacción en cadena lo antes posible, pues nuestras reacciones son con harta frecuencia: lentas y a todo pasado. Esas barreras que llevamos dentro no nos dejan ser nosotros mismos, no nos dejan entregarnos de veras a lo que hacemos y responder con toda la agudeza del entendimiento y el calor de los sentimientos. Se nos escapa el arte tan sencillo de cerrar puertas y dejamos a nuestro paso una estela de puertas abiertas que siguen dando portazos con el viento y distrayéndonos en nuestro andar. Si ha sido una experiencia desagradable, deja tras de sí un rastro de malestar contra uno mismo y contra todos los que han intervenido en ella; y, si ha sido una experiencia agradable, deja el deseo de prolongarla, de repetirla, de recordarla una y otra vez, de manera que ya no nos da placer, porque ha pasado, y no nos deja disfrutar de otros placeres, porque el recuerdo del pasado ensombrece la realidad del presente. Estas barreras reducen nuestra vitalidad y destruyen toda espontaneidad. Descubrir el obstáculo es el primer paso para quitarlo; si no sabes la solución, eres parte del problema, al descubrirlo, llevas el 50%, lo demás corre por tu cuenta, por tu decisión y acción, esto como tal debe ser una tarea constante.





viernes, 15 de mayo de 2009

SI


Cada vez que escribo una temática me convenzo más de las oportunidades que día tras día se presentan y que no son fáciles de detectar por la misma desconfianza que impera en los seres humanos. Ayer analizaba una película de actor norteamericano JIM CARREY, cuyo titulo es SI SEÑOR, inicialmente, y como es costumbre se espera algo emocionante en una película que es la parte negativa, la tragedia que en el inconsciente colectivo social se necesita para tomar responsabilidad de si y acceder a un mejoramiento o cambio esencial de vida. De una manera excelente, la película invade el inconformismo muchas personas, bien sea por aceptar que por una determinada forma de ser perdemos en una relación, o porque necesariamente no aceptamos que otras personas estén en mejores condiciones anímicamente hablando. Decir NO, involucra en el interior, negarnos la oportunidad de ampliar ese viaje constante por hacer algo, o por producir algo. En la comedia, el actor, es un analista de crédito y cartera, que adicionalmente ha perdido a su esposa por un comportamiento sumido en un círculo vicioso nada creativo y por el contrario aburrido. Además de ello, todas las invitaciones son negadas, y para colmo de males vive excusándose en los demás, en pocas palabras la culpa siempre es de alguien, una enfermedad crónica, un virus llamado EXCUSISTIS. Proporcionalmente a la película, el es invitado a una reunión del SI, con el propósito de cambiar el mal habito de mencionar esa palabra hasta por inercia. Lo importante no es saber tanto, sino saber que se hace con lo que se sabe, y puesto en marcha ello, emprende ese camino de decir SI, con la pequeña curiosidad, que las dos o tres veces que dijo NO, le trajo malos momentos. La idea, desde un punto de vista positivo, es obrar con el SI, de una manera inteligente, sin desconocer la realidad. Cada vez que pensamos negativamente esto trae por leyes de atracción, consecuencias similares, ahora el camino del SI, mágicamente trae consecuencias muy positivas para el ser. No deseo terminar con el final de la película, que sin duda hace tiempo no veía tanto mensaje positivo y condicionado al ser humano; pero si les digo amigos míos, un estilo de vida, abierto a aprender cada vez que se pueda, ayudar, a ejecutar decisiones, y sobre todo a ser responsable con su ser, es un estilo de vida que lo lleva a una viaje fascinante sin limites llamado FELICIDAD Y ÉXITO continuo.
Para terminar este relato, con el respeto de los lectores, quiero hacer una acotación. ¿Por qué el futbol en Colombia cada día es menos atractivo? La respuesta es sencilla, no formamos deportistas ganadores, con retos, con sueños en todas sus áreas de la vida, estamos formando deportistas condicionados a jugar siempre con la ventaja de engañar a un juez para poder llevar una ventaja, por un lado de un jugador, o un gol. De esta manera, el ejemplo de las personas que a diario vemos no es el de ser campeón, es el de ser algo con engaño.
Si queremos frutos en el futuro, es importante tener semillas de honestidad, responsabilidad, influir positivamente en el ser, valores, y sobre todo mucha disciplina en las metas, sueños y tareas encomendadas en la vida. Entrégate a ti mismo con una afirmación y serás el producto positivo de tus pensamientos. Arriésgate a ser diferente.



COACHING INTERNACIONAL

MIEMBRO PLATINUM DE LA RED MUNDIAL DE CONFERENCISTAS

HABLEMOS DE LA VIDA


Hay un lugar que cada uno de nosotros debe ocupar y que ninguna otra persona puede ocupar por nosotros. Hay una tarea por hacer que ninguna otra persona puede cumplir. Todo tiene un sentido, todo está en su lugar cuando aprenderemos a vivir el juego de la vida. Leyendo uno de mis autores favoritos Jiddu Krishnamurti, quiero citar algunos conceptos, no con el fin de imponer un pensamiento, pero si de tener sentido común sobre ellos. EL JUEGO DE LA VIDA.

Para crear una nueva sociedad hay que examinar y comprender la estructura que se está desintegrando y para comprenderlo, tenemos que entender el proceso psicológico del ser. Sin conocimiento propio no puede haber revolución, que es la única verdadera y permanente razón. Hablo de la necesidad de una revolución total, de un cambio psicológico completo, de no vivir en el viejo patrón de las fórmulas, de la lucha, el dolor, la imitación, la conformidad y todas estas cosas que el hombre ha vivido durante milenio y que ha creado este maravilloso y confuso mundo, por una lado el sufrimiento y la soledad, esta última en dos formas: una que es la soledad del aislamiento, con su desesperación, tristeza y separación de todo y de todos y la otra, que es la soledad madura del hombre libre, que al no depender de nada ni de nadie, está relacionado con todo.


Sólo cuando terminamos con el dolor hay pasión. La pasión no es lujuria, que es sensual, sexual, llena de deseo, imágenes, persecuciones del placer, etc. Sin esa tremenda pasión uno se vuelve mediocre, blando, confuso: pierde integridad. La angustia es miedo inmenso a un no se qué, a un no sé cuándo y a un no sé dónde, pero que nos hace sufrir sin descanso, como si fuéramos atacados por un enemigo invisible oculto dentro de uno mismo. La gente tiene angustias porque vive con el corazón sucio. Siempre tapamos la nada interior con alguno de los llamados pecados capitales.


La felicidad llega cuando estamos haciendo algo que amamos de verdad y no porque lo que hacemos nos dé riquezas o nos haga una persona destacada. El amor no es una cosa de la mente. Y solo cuando está de veras quieta, que no espera nada, ni pide, ni exige, ni busca, ni posee, cuando ya no tiene celos, ni temor, ni ansiedad, cuando está realmente en silencio, sólo entonces es posible el amor. La razón de que no tengamos amor es porque las cosas de la mente han llenado nuestros corazones (celos, envidias, deseos de ser alguien, ambición, éxito).


El amor sólo puede existir cuando está ausente el pensamiento del “Yo” y la libertad con respecto al “Yo” reside en el conocimiento propio y así llega la comprensión. El amor no tiene nada que ver con la sensación, que no es un medio para realizarse. El amor existe por sí mismo, sin ningún resultado. Para la mayor parte de la gente, el amor está vinculado con el sexo y el placer y todos los tormentos que los acompañan: celos, envidias, antagonismos. Uno ha de terminar con todo el conocimiento acumulado cada día, heridas psicológicas, compararse con otra persona, compadecerse a sí mismo… terminar con todo eso cada día, de modo que al día siguiente la mente de usted sea fresca y joven. Una mente así nunca puede ser lastimada, y eso es inocencia.


Uno de las cosas extrañas relacionadas con el amor es que cualquier cosa que podamos hacer, será correcta si amamos. Cuando hay amor, la acción es siempre correcta, en todas las circunstancias. Y cuando existe esa calidad del amor, hay compasión. La compasión implica pasión por todo.


Ahora, cuando existe el movimiento total de todos los sentidos, no hay deseo. El deseo que no se realiza acaba convirtiéndose en rabia, angustia y miseria humana. Nuestros grandes enemigos en la vida son precisamente aquellos amigos y parientes de los que esperamos demasiado y esperamos una correspondencia perfecta a lo que les dimos y se necesita más energía para destrozarse a si mismo que para construir un poquito de felicidad. Desperdiciamos nuestra energía a causa del conflicto, riñas, miedo y vanidad. Cuando nuestra energía no se desperdicia en absoluto, tenemos toda la energía del mundo. En tanto nuestro cerebro no se deteriora a causa del conflicto, ambición, esfuerzo, lucha, sentimiento de soledad, el desaliento, etc. tenemos energía en abundancia. El hábito mecánico produce desorden, porque cuando la energía funciona siempre dentro de un límite estrecho, lucha por abrirse paso y esto constituye la esencia del conflicto.


Viva sin autoridad, sin comparación y descubrirá qué cosa tan extraordinaria es Ud. tiene una tremenda energía cuando no está compitiendo, comparando ni reprimiéndose; usted está realmente vivo, sano, completo, y es, por lo tanto, sagrado. Existe una cualidad de la mente que está despierta y observando siempre, observando aunque no haya nada que aprender.


Dios existe si vives una actitud positiva, audaz y generosa, o no existe, si vives con actitud amargada, timorata o egoísta, aunque reces libros enteros de jaculatorias y te bañes en agua bendita, porque en definitiva, Dios es una forma de ver la vida y de pasar por el mundo exactamente como pasó Jesús. Sólo podemos liderarnos de los temores cuando nos conocemos a nosotros mismos. Si uno quiere comprender y librarse del temor, debe comprender también el placer, ambos están relacionados entre sí. Son las dos caras de la moneda. No se puede estar libre de uno sin estar libre del otro. Si se nos niega el placer nos aparecerán todas las torturas psicológicas.


Muchas cosas nos han dicho acerca de la vida, basta con sentarse con algunas personas que “saben” del tema y enseguida nos dirán, como jugarla, como caminar, como comportarnos, como hacer, como no hacer, etc. un mágico juego de palabras, lo que si es cierto, y verdaderamente absoluto es que la palabra humana puede compararse con una poderosa varita mágica gracias a la cual podemos obtener cualquier deseo, sanar cualquier enfermedad, transformar cualquier situación. El pensamiento es una fuerza vibratoria y atractiva extraordinaria que nos ayudará a conseguir todo lo que queremos si somos capaces de aprovecharla. Gracias a esta fuerza podemos cambiar nuestras vidas atrayendo todo el amor, la salud y la prosperidad que nos están destinados.



Saber no es suficiente; tenemos que aplicarlo. Tener voluntad no es suficiente: tenemos que implementarla. VIVIR, no es solamente estar ahí, es amarla y dejar una buena huella.

EL PODER DE LA ACCION


Nadie le puede pedir a otro que se sane, pero si puede dejarse sanar, y de esta forma ofrecerle al otro lo que ha recibido. ¿Quien puede otorgar lo que no tiene?, Y ¿Quien puede compartir lo que se niega a si mismo?, en cierta forma, el proceso de crecer de muchos seres humanos se encuentra atrapado por una serie de postulados increíbles, sumados a las palabras interesantes que nuestros labios pronuncian, vivimos en un mundo con capacidad extrema de evolución, sin embargo esa posibilidad es casi negada en absoluto, logramos en un 90% acabar con esa posibilidad dejando el restante para las personas diferentes con disponibilidad al cambio, a la innovación, al crecimiento y sobre todo, con proyección. Basta preguntarse a si mismo cuantas cosas sabemos que no deben ser ni hacer, y con propiedad estamos en ellas, o peor aun, aconsejamos o estamos de acuerdo con situaciones que definitivamente los “demás no debe apoyar o seguir”, y nuestro inconsciente colectivo persigue. Hoy salía de la clínica, y miraba como una dama hermosa, estaba sentada fumando un cigarrillo, con la cabeza baja, joven, con un futuro prominente en su campo profesional, dada su condición de medica, y llevando a mi hijo de brazos le dije: Doctora, mi hijo te manda decir ¿deja de hacerte daño, acaso no te amas? Ella me miro sorprendida y le manifesté: Un día, me dijeron lo mismo, quise refutar, pero dentro de mí pensé en esas personas que amo, calle y simplemente entendí que para amar la vida también necesitas de un segundo para decidir positivamente sobre ella. No puedo pedirle a las personas que sean de una manera u otra, ellas deben ser lo que crean que deben ser, pero ¿como otorgar a alguien en una palabra, en un mensaje algo que no tengo?, si deseamos compartir lo que nos negamos el poder de la palabra y de la acción queda anulado.

JIMMY DAZA JIMENEZ
COACH INTERNACIONAL
WWW.JIMMYDAZA.COM

LA PERSONA COMUN SE VA A LA TUMBA SIN HABER TOCADO SU MUSICA, A PESAR QUE POSEE LOS INSTRUMENTOS. SI MARCAS LA DIFERENCIA, TE INVITO A COMPONER Y LAS NOTAS MARCARAN LA MELODIA DE TUS SUEÑOS.

EL PODER DE PERSUADIR


“¿La firme persuasión de que algo es, hace que lo sea? Él contestó, ‘Todos los poetas creen que así es. Y en las épocas de la imaginación, esta firme persuasión movió montañas; pero muchos no son capaces de una firme persuasión de algo”.
(De El Matrimonio entre el cielo y el infierno por William Blake)

La persuasión consiste en la utilización deliberada de la comunicación para cambiar, formar o reforzar las actitudes de las personas, siendo estas últimas representaciones mentales que resumen lo que opinamos de las cosas, personas, grupos, acciones o ideas: si preferimos una marca a otra, si estamos a favor o en contra de algo, qué opinamos de determinados partidos políticos, etc. Debido a que las actitudes juegan un papel importante en la forma de comportarse, un cambio en ellas debería dar lugar a un cambio en nuestro comportamiento, que es lo que, en última instancia, se pretende con la persuasión al interior de nosotros. Pero las cosas no son tan simples, ya que las personas no se comportan siempre de acuerdo con sus actitudes. A veces hacen cosas que no les gusta presionados por los otros; algunas personas siguen fumando a pesar de tener una actitud negativa hacia el tabaco y otros se preguntan por qué siguen saliendo los fines de semana con esa gente tan aburrida, y lo que es peor se sigue haciendo lo mismo para llegar a ninguna parte.

Tomar una actitud respecto a nuestras acciones, implica manejar la situación de la misma manera en que se persuade para conseguir un objetivo, en pocas palabras implica RESPONSABILIDAD DE VIDA, en mi humilde concepto. Cada día en su bello amanecer, es una nueva oportunidad, es lo que podríamos llamar tu primera vez, con la ventaja de llevar atrás las experiencias y estadísticas de lo que debo o no mejorar, o lo que debo o no hacer y merece la atención para no dejarlo pasar sin haber hecho algo por nosotros. TODA CRISIS REITERADA, ES SINTOMA DE PEREZA Y ABANDONO, en palabras de Peter Drucker, padre de la administración moderna, esta frase no solo se aplica en la gerencia de la administración, en nuestras vidas, implica reconocer el porque aun no conseguimos lo que deseamos, o el porque aun me siguen sucediendo otras.

Cuando tomas conciencia y responsabilidad de tus actos, cuando te amas a ti mismo, empiezas a persuadir hacia tu interior la forma en que puedan tener una sinergia tus actitudes, tus pensamientos, tus acciones y obtener una agradable comunicación entre lo que piensas, haces y sientes, de esta manera las posibilidades de marcar diferencia en cada paso se hacen mas fuertes y blindadas en contra de acciones negativas.

Para finalizar me atrevo a dar un consejo. Si deseas tener un hábito que realmente implique un cambio en tu vida, hazlo por 21 días, sin desfallecer con mucha disciplina y lo convertirás en parte de tu vida, de tus acciones y tus pensamientos, de seguro se desencadenara una serie de situaciones favorables para tu vida.

Éxitos
JIMMY DAZA JIMENEZ
COACH INTERNACIONAL
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